Noviembre está llegando a su fin... vemos caer las últimas hojas otoñales y a los maravillosos colores desvanecerse dando lugar a la oscuridad y desnudez del invierno.
Con el otoño se van también las calabazas, la protagonista de nuestros platos otoñales, que se cosecha de septiembre a noviembre. Sin embargo, para nuestra fortuna es posible almacenarlas por 2 o 3 meses en un lugar fresco y seco.
La calabaza pertenece a las familias de Cucurbita maxima, C. moschata y C. mixta, y la tenemos en múltiples variedades, tamaños, formas y colores. Y cada una tiene sus beneficios, pero lo más importante son sus propiedades, ya que estas maravillosas frutas nos aportan minerales y vitaminas esenciales.
Si conoces la teoría de los colores en las frutas y verduras, ya imaginarás que son muy ricas en betacaroteno, un precursor de la vitamina A, la cual es excelente para tu vista y tu piel. Además de otros dos potentes antioxidantes, super necesarios para mantener a nuestro sistema inmunológico funcionando correctamente en los primeros fríos: vitamina C y E. El licopeno, es también otro antioxidante presente en las calabazas, el cual es fundamental para la salud cardiovascular.
Entre las vitaminas también se encuentran varias vitaminas del grupo B. Por otro lado tenemos los minerales, como fósforo, magnesio, hierro, potasio y zinc. El fósforo es muy importante para la salud de nuestros huesos y dientes , mientras que el potasio ayuda a controlar la presión arterial y en conjunción con el magnesio ayudan a la recuperación muscular. Además el zinc en combinación con los antioxidantes ayudará a mantener tu sistema inmunológico sano y prevenir la degeneración macular. Y por supuesto, ni que hablar de los beneficios de hierro para nuestra salud, este mineral es fundamental para el desarrollo de nuestro cuerpo, la formación del tejido conectivo, y de hemoglobina (esencial para oxigenar el cuerpo).
Además es una fruta muy baja en calorías, por lo que es una excelente alternativa si buscas cuidarte en la alimentación.
Ahora que conoces sus beneficios, y sabes que pronto deberás decirle adiós hasta el año siguiente, no podrás contenerte a probar esta deliciosa receta.
Sabrosa receta de gnocchi de calabaza para calentar tu cuerpo este invierno
Lo mejor de esta receta es que es super simple, tan solo te llevará unos minutos y puedes hacer variaciones, añadirle salsas o vegetales. Aquí va:
Para 2 porciones necesitarás:
Para los Gnocchi:
- 150 g harina
- 150 g puré de calabaza
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 chili, sin semillas y troceado
- 2 dientes de ajo troceados
- 1-2 cucharadas de aceite de oliva
- sal y pimienta a gusto
Para el parmesano vegano:
- 40 g castañas
- 20 g levadura nutricional
- 1/2 cucharadita de sal
Procedimiento:
1- Mezcla la harina con el puré de calabaza y la sal, y amasa hasta obtener una masa suave. Añade más harina si ves que la masa está pegajosa.
2- Corta la masa en 2 mitades y haz un rollo de unos 2 cm aproximadamente, similar a una salchicha. Luego córtalo en porciones más pequeñas para crear los gnocchi.
3- Luego utiliza la punta de un tenedor para presionarlos levemente.
4- Pon agua a hervir con un poco de sal, una vez hierva añade los gnocchi. Cuando comiencen a flotar, apaga el agua y retíralos con cuidado.
5- Calienta el aceite de oliva en una sartén, añade el chili y el ajo y saltéalos por 2 a 3 minutos, finalmente añade los gnocchi. Una vez estén crujientes puedes retirarlos y añadir sal y pimienta a gusto.
6- Finalmente procesa los ingredientes del parmesano en un procesador de comida hasta obtener una textura similar al parmesano y repártelo sobre los gnocchi. ¡Listo!
Puedes combinarlo con salsas, vegetales, o aguacate. ¡DE-LI-CIO-SO!
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