Tips y consejos para conservar tus alimentos dentro y fuera de la nevera

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Muchos de nosotros solemos colocar los alimentos en el frigorífico en orden aleatorio, lo que primero sale de la bolsa, primero entra. El queso aplastando la lechuga, los tomates en el cajón, y las patatas en la puerta, total, al final, es todo lo mismo, o eso pensamos…

 

¿Eres de los que creen que la nevera es solo una caja fría sin más? entonces este blog es para ti

 

Aunque pocos lo sepamos, la temperatura del frigorífico no es uniforme en toda su superficie, sino que se divide básicamente en 4 capas, para que podamos conservar de forma óptima todos y cada uno de nuestros alimentos. Y es que la tarta que sobró de anoche y la lechuga no necesitan la misma humedad, o el mismo frío, por eso hoy os enseñaremos las diferentes temperaturas y qué colocar en cada una.

 

Las temperaturas del frigorífico

 

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El polo norte de la nevera, al contrario de lo que puedas pensar, no se encuentra encima del todo, sino encima del denominado “cajón de las verduras”, en el primer estante. Aquí la temperatura ronda los 2ºC y suelen ponerse los alimentos que necesitan mayor nivel de refrigeración, como la carne, el pescado y las bebidas. Por lo que si eres como yo que colocas allí la lechuga, más te vale irla moviendo si no quieres arruinarla.

 

Encima de este último, se encuentra el estante medio, ligeramente más frío, que ronda una temperatura de 5ºC. Éste es ideal para lácteos, tofu, dulces a base de crema, yogures, etc. Además aquí es donde debes conservar los alimentos una vez abiertos, como un bote de olivas, o un queso crema.

 

Al final, en la parte superior tenemos la zona dedicada a las comidas preparadas, la predilecta de quienes amamos el “batch cooking” y dejar la comida pronta para toda la semana. Aquí la temperatura ronda los 8ºC y además es donde sueles tener más espacio. Si el cajón inferior no es suficiente para tus frutas y verduras, lo mejor es conservarlas aquí. 

 

Por último, pero no menos importante tenemos el cajón inferior, con una temperatura de 10ºC aproximadamente. Ideal para conservar la verdura y algunos tipos de fruta, además suele ser la zona más húmeda, lo cual es esencial para mantener la calidad de tus verduras. Si tienes un frigorífico moderno, suelen tener además un control del nivel de humedad.

 

Ahora que ya tienes claro las distintas zonas, hablemos de la temperatura ideal general de tu nevera.

Como todo en la vida, el principio básico es ¡nunca los extremos!, ya que si lo pones al máximo, esta temperatura será demasiado baja para la mayoría de los alimentos, provocando que tus frutas y verduras se congelen o se quemen y los alimentos pierdan sabor. Además estarás sobrecargando al compresor de tu heladera sin ningún motivo. Si lo pones al mínimo, estarás comprometiendo la conservación de algunos alimentos, como lácteos, o carne. Por lo que la solución es elegir un punto medio, de acuerdo a qué tanto enfríe tu frigorífico, puede ser entre 3 y 5. Si tienes un frigo moderno, podrás controlar aún más factores, por lo que es recomendable que sigas las instrucciones del fabricante, tomando siempre en cuenta los factores de máximo y mínimo.

 

Algunos consejos para mantener la temperatura ideal son:

  • No sobrecargues tu frigorífico
  • No coloques alimentos que estén aún calientes
  • No mantengas jamás la puerta abierta. Evita el hábito de elegir la comida mirando en la nevera, decide primero, abre, coge y cierra.
 

Todo muy bonito hasta ahora, pero la verdadera magia está en cómo almacenar los alimentos antes de guardarlos en el frigorífico, y cuáles deberías mantener lejos.

 

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¿Cómo conservar mejor los alimentos?

 

La fruta y la verdura, a diferencia de otros alimentos, sigue “viva” una vez separada del suelo, planta o árbol, esto implica que deben continuar respirando, en este proceso se van perdiendo nutrientes, sabor y contenido de agua, por esto es importante reducir la tasa de respiración para que su calidad se mantenga. Además no todas las frutas y verduras respiran a la misma velocidad, por esto en algunos casos, como el brócoli, suelen limitar la cantidad de oxígeno a la que se ve expuesto (con bolsas plásticas), para que su respiración disminuya. Esto mismo puedes aplicarlo en tu frigorífico, ya sea utilizando envases herméticos (así evitamos el plástico) o bolsas de silicona reutilizables. La temperatura elevada también acelerará la tasa de respiración, por esto algunos alimentos deben almacenarse en lugares frescos. (1)

 

Otro factor íntimamente relacionado con la conservación de tus frutas y verduras, es la actividad hormonal, regulada por el etileno. Si aún no has oído hablar de él, se trata de un gas producido de forma natural por las frutas y verduras, que se encarga de regular su maduración y envejecimiento. 

 

Sin embargo este gas no es producido de igual forma por todas las frutas y verduras, sino que pueden dividirse en 2 grandes grupos: Climatéricas y No climatéricas. 

 

Los climatéricos son aquellos que maduran incluso después de ser separados de su planta, y tienen por ende una mayor producción de etileno. Mientras que los no climatéricos, ven interrumpida su maduración una vez separados de su planta. (2,3,4)

Este gas puede ser tanto un aliado, como un rival, todo depende de saber manejarlo, y hoy te enseñamos cómo:

 

El Etileno como aliado ¡aprende a controlarlo!

 

Las frutas y verduras que no producen etileno (pues se interrumpe su proceso de maduración) pueden ser afectadas por el etileno de otras frutas, esto significa que puedes controlar su proceso de maduración. Lo cual es una buena noticia cuando tienes un aguacate inmaduro imposible de comer, tan solo debes mandarlo de visita al cesto de las bananas. Además, controlando este proceso, puedes mantener separados a los alimentos que lo producen, evitando que maduren demasiado rápido y afecten a otros a su alrededor.

 

Ahora ¿cuál es cuál?

 

Climatéricos: manzanas, albaricoque, avocado, banana, higo, kiwi, mango, nectarina, papaya, durazno, ciruela, melón, tomate, entre otros.

No climatéricos: moras, arándanos, fresas, cerezas, pepinos, uvas, frambuesas, pomelo, limones, aceitunas, naranjas, pimientos, piña, berenjena, calabaza, granada.

 

Puedes también seguir algunos tips para conservar más tiempo los alimentos:

 
  • Lechugas y hojas verdes: Lávalas, desinféctalas, sécalas y colócalas en un tupper cerrado, intercaladas con capas de papel absorbente. O si prefieres no desperdiciar papel (hurra por el medio ambiente) puedes agarrar una toalla ligeramente húmeda y extenderla sobre la mesa, luego ir colocando las hojas ya limpias y secas e ir enrollando suavemente la toalla, como un arrollado de verduras, y al final cerrar con una goma las puntas.
  • Zanahorias, ramilletes de hierbas, apio, entre otros: puedes colocarlos verticalmente en un bote con agua (como si fueran flores) y guardarlos en el frigorífico o fuera. Eso sí, debes cambiar el agua con regularidad para evitar que se pudra. Esto evitará que queden mustios o blandos.
  • Avocados: Una vez esté maduro puedes cortar el proceso de maduración al colocarlo en el frigo (tampoco hace magia, será solo por unos días). Y una vez abierto, puedes conservarlo mejor si lo dejas con su hueso y su cáscara, como si lo volvieras a cerrar. 
 

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Fuera del frigorífico ¡ahora!

 

Ahora presta atención, porque estos alimentos no deben nunca visitar tu nevera y te contamos por qué:

 
  • Tomates: este fruto continúa su proceso de maduración, por lo que si lo colocas en el frigo se verá interrumpido el proceso, alterando su consistencia y sabor.
  • Bananas: seguro ya has visto que con el frío se tornan negras, y esto es a causa de una enzima promovida por las bajas temperaturas.
  • Pepinos: Es muy sensible al frío, por lo que incluso una vez empezado, es mejor que lo conserves fuera para evitar que se torne blando y acuoso.
  • Patatas: nada tienen que hacer en tu frigorífico, ya que el frío transformará parte del almidón en azúcar, dándoles un sabor dulce y volviéndolas negras. Pero ojo, que no solo crudas se ven perjudicadas, si eres de quienes guardan las sobras de patatas fritas en la nevera, ten cuidado, pues pueden producir acrilamida, una sustancia potencialmente dañina. Por cierto, si las mantienes a oscuras y secas, mejor.
  • El ajo y la cebolla: Se tornan gomosos y blandos. Mejor en un lugar seco, oscuro y lejos de las patatas porque juntos se ayudarán mutuamente a madurar.
  • Miel: este alimento con azúcares se verá cristalizado si lo colocas en el frío. La sugerencia es mantenerlo en un lugar seco y fresco y cerrado hermético.
  • Aguacate: Esta es una de las frutas que más temor tenemos en cuanto a la maduración, pues tiene un punto justo y luego ya es demasiado tarde. Una vez arrancado de su planta comienza su maduración, por lo que debes tener paciencia y estar atento, si quieres acelerar el proceso puedes colocarlo junto a las bananas. De todas formas, si ya lo has comprado en un punto muy maduro, guardarlo en el frigorífico puede ser una buena idea pues interrumpe su proceso de maduración.
 

¡Listo! ya tienes todas las herramientas para controlar lo que sucede dentro de tu frigorífico y con tus alimentos. Seguir estas reglas es fundamental para evitar el desperdicio de comida. 

 

Siempre recuerda: intentar planificar tus comidas para no comprar de más, vaciar tu nevera lo más posible antes de hacer la compra, congelar lo que esté por quedarse feo, así no lo pierdes, hacer caldos con los restos de verduras y ¡comerte lo que esté bueno! :)

 

¿Tienes algún otro tip o sugerencia? coméntanos aquí y comparte con la comunidad.




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FUENTES:

 

1. https://www.hortalizas.com/cultivos/manejo-de-etileno-de-frutas-y-hortalizas-durante-el-almacenaje-poscosecha/, Erandy Rizo (2014), Manejo de etileno de frutas y hortalizas durante el almacenaje poscosecha, Revista Hortalizas.

2. Ethylene effects, Mikal E. Saltveit USDA, ARS Agriculture Handbook N. 66

3. Respiratory metabolism, Mikal E. Saltveit USDA, ARS Agriculture Handbook N. 66

4. Ethylene and fruit ripening C. S. barry and J. J. Giovannoni, J. Plant Growth Regul. 26, 143 (2007)



 

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