"Intestino: La historia interna" es el título de un libro enormemente exitoso e ingenioso de la joven autora Giulia Enders. Ella explica de manera emocionante, entretenida y sin tabúes por qué nuestro intestino es la clave para el cuerpo y la mente, pero desafortunadamente, generalmente lo descuidamos. El intestino es un órgano maravilloso y, si lo tratamos bien, un socio importante para nuestro cerebro.

¿Por qué es importante un intestino saludable?

Nuestro intestino está habitado por innumerables seres vivos amigables, pero a menudo subestimados: las bacterias. Hasta 100 billones de ellas viven en nuestro tracto digestivo. No solo descomponen nuestra comida y la hacen digerible para nosotros, sino que una de sus principales tareas es fortalecer el sistema inmunológico. Aquí, nuestras células de defensa aprenden de las bacterias cómo distinguir a los intrusos buenos de los malos, mejorando así su eficacia. Por lo tanto, la flora intestinal juega un papel vital en si contraemos un resfriado y en qué tan rápido nos recuperamos de él.

No hay encanto sin el intestino

Lo que importa no es solo el número de bacterias intestinales, sino también su diversidad. Cuantas más especies diferentes haya, mejor. El estrés, una mala alimentación o la medicación pueden alterar fácilmente el delicado equilibrio del intestino. Cuando esto sucede, nos volvemos más susceptibles a enfermedades, que van desde dolores de estómago, infecciones leves y obesidad hasta diabetes y reumatismo.

Euforia del corredor, sin correr

El intestino también afecta nuestra psique. En nuestro tracto digestivo se producen una amplia variedad de hormonas calmantes y que mejoran el estado de ánimo. Si la flora intestinal está alterada, esto también afecta la producción de estos mensajeros.

Trátalo con cuidado

Para que nuestro intestino funcione al máximo y nos mantenga en forma y saludables, necesita un mínimo de cuidado y atención. Los llamados "alimentos prebióticos" como el espárrago, el ajo, la cebolla, la ensalada de patata, la achicoria y el yogur estimulan el crecimiento y la actividad de las bacterias buenas en el intestino. También es aconsejable consumir mucha fibra, por ejemplo a través de ciruelas pasas o cáscaras de psyllium; estas también apoyan la digestión. ¡No olvides el ejercicio! Solo 30 minutos de caminata al día son suficientes para poner el intestino en movimiento. Y, por supuesto, bebe mucha agua, idealmente al menos 1,5 litros al día.

Una verdadera maravilla

De ahora en adelante, el intestino es nuestro órgano favorito, y haremos todo lo posible para mantenerlo feliz y contento.