Se acercan los exámenes finales, miramos el horario, la lista de tareas que aún tenemos que hacer y tenemos la sensación de que no podremos terminar todo a tiempo. Nos gustaría detener la rotación de la Tierra por un momento para pausar el tiempo y concentrarnos en lo importante: ¡estudiar! Desafortunadamente, esta no es una solución.
Sin embargo, si eres de los que sienten que su capacidad de concentración es tan baja que hasta una mosca que pasa puede distraerte, y si tienes una fecha límite para una entrevista o una maratón de exámenes finales, este artículo puede ayudarte.
Los problemas de memoria o concentración pueden ser causados por múltiples factores relacionados con la genética, tu personalidad, el entorno en el que vives, tu dieta, tus hábitos diarios o algunas patologías mentales.
Si crees que tu falta de concentración está relacionada con factores externos, si sientes que tu memoria falla o no puedes recordar cosas muy simples o recientes, deberías consultar a un especialista. Sin embargo, si solo tienes problemas para concentrarte al estudiar o hacer un trabajo muy largo que no te gusta, o si quieres optimizar tu tiempo, puedes seguir estos consejos:
1. El lugar que elijas es esencial
Comienza buscando el lugar perfecto. Es esencial que haya buena luz para no cansar tus ojos, un buen asiento para proteger tu espalda (pero no demasiado, no queremos quedarnos dormidos), un sonido de fondo discreto o música instrumental y, sobre todo, nada de tecnología. Saca tu teléfono móvil de tu habitación y evita la computadora para estudiar (es mejor usar material que se pueda escribir o que haya sido impreso). Si es necesario, desconéctate de internet y usa el modo de pantalla completa para evitar que los íconos te distraigan.
2. Concéntrate en tus objetivos
Según los neurobiólogos, el cerebro funciona con un sistema de recompensas, úsalo a tu favor. Escribe una lista de tus objetivos; pueden ser temas, páginas, tópicos, etc. y establece el tiempo estimado que planeas para lograrlos, y luego añade una recompensa. Ejemplo: "Esta semana, terminaré de estudiar el tema 1 y para celebrarlo iré al restaurante con mis amigos a mi lugar favorito." De esta manera, tu cerebro sabrá que después del esfuerzo, algo bueno te espera, lo que también mejorará tus resultados.
3. Todo se trata de los hábitos
No deberías estudiar cuando solo te quedan unos minutos después de haber hecho tus otras tareas, como limpiar la casa, lavar la ropa, ir al gimnasio o cocinar. Debes ver el estudio como un trabajo. Establece un día y una hora para estudiar y cúmplelo, así será más fácil ser responsable y concentrarte en lo que haces. Esto significa que necesitas considerar tanto horarios de estudio como de descanso, tomar descansos cortos mientras estudias puede ayudarte a descansar la mente y sintetizar mejor la información. Solo asegúrate de que los tiempos de descanso no sean más largos que los de estudio ;)
4. Evita las distracciones
Tú eres el capitán de tu mente, no al revés. Hay un mito que muchos biólogos han negado: el cerebro no es multitarea, lo que significa que no puedes hacer varias cosas a la vez. Cada vez que te distraes o piensas en otra cosa, el cerebro debe desconectarse de la tarea anterior para lograr conectarse.
¿Qué deberías hacer en estos casos?
Comienza haciendo una lista de todas las preocupaciones y cosas pendientes que tienes en mente antes de empezar. De esta manera, no tendrás estas cosas molestándote después. Mientras estudias, asegúrate de que tu mente no te lleve a otros temas, deja que tus pensamientos se evaporen y concéntrate en tus estudios. El "Está bien, hago esto ahora o si no lo olvidaré" no existe, ¡es hora de estudiar!
5. Practica la meditación
Un grupo de investigadores liderado por Yi-Yuan Tang demostró en una revista científica llamada PNAS que 20 minutos de meditación diaria pueden mejorar tu concentración y reducir la fatiga, además de ayudarte a tener una mente más descansada. No necesitas ser un experto; solo puedes sentarte, cerrar los ojos y respirar, o usar las muchas aplicaciones disponibles que te ofrecen meditaciones guiadas.
6. Evita la monotonía
A menudo, cuando nos concentramos en lo mismo, empezamos a aburrirnos o nuestra mente se sobrecarga. La forma de evitar esto es variar los materiales. Puedes dedicar dos horas a cada tema, o alternar temas muy diferentes, como literatura y matemáticas por ejemplo, esto te mantendrá interesado y concentrado.
7. Conoce cómo trabajas
Todos aprendemos y memorizamos de diferentes maneras, tal vez las imágenes funcionen mejor para ti, quizás prefieras escuchar tu propia voz, repetir varias veces, hacer dibujos o usar tarjetas de memoria. Prueba y mezcla diferentes técnicas, así obtendrás los mejores resultados.
8. Comienza con tus prioridades
No dejes tus tareas para el final del día, el cerebro está más dispuesto durante las primeras horas del día, después de un buen descanso o tras una buena caminata; estos son los momentos que debes aprovechar para realizar las tareas más cansadas, desagradables o laboriosas.
9. Duerme lo suficiente
No dormir lo suficiente para estudiar por la noche durante 4 días consecutivos no es una buena idea, ni para tus resultados ni para tu salud. Cuando dormimos, nuestro cerebro sintetiza información. Por eso es esencial que tu sueño sea de buena calidad y con horas suficientes. Es mejor estudiar unas horas menos y dormir un poco más que perder ese esfuerzo extra.
10. Enfócate en tu dieta y mantente hidratado
Seamos honestos, comer y beber son actividades cuya función es nutrir y mantener las funciones del cuerpo, incluida la mente. Si estuvieras conduciendo un coche y quisieras mejorar su rendimiento, usarías una gasolina de mejor calidad, ¿verdad? Lo mismo ocurre con tu cuerpo.
- Evita los productos procesados altos en grasas saturadas o azúcar, te darán un impulso de energía al principio, pero unos minutos después querrás echar una siesta. También afectan tu concentración.
- Evita el alcohol y las bebidas muy azucaradas.
- Come muchas frutas y verduras que te proporcionarán los azúcares necesarios para mantener tu cerebro funcionando y que te llenarán de energía. Come más de las que son ricas en magnesio y potasio.
- Bebe mucha agua para mantenerte hidratado.
11. Si no obtienes suficientes vitaminas y minerales: toma suplementos.
No debes tener miedo de los suplementos alimenticios, especialmente si son naturales y de buena calidad. Muchas veces, pueden ayudarte a alcanzar el nivel ideal de vitaminas o minerales que no obtenemos a través de nuestra dieta. Recuerda que debido a malas cosechas, una dieta desequilibrada o cambios en nuestra alimentación, puede que no alcancemos la dosis mínima recomendada. Puedes consultar a un médico para un análisis y verificar si necesitas suplementarte durante períodos específicos para fortalecer tu concentración y salud.
Teniendo en cuenta la necesidad de muchas personas de mejorar su concentración y actividad cerebral, nuestros expertos han desarrollado un suplemento ideal para mejorar tu memoria y energía. Ha sido creado a partir de productos naturales, sin aditivos ni OMG para asegurar una ingesta segura del suplemento con resultados efectivos.
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