Cuando el químico sueco Jöns Jacob Berzelius descubrió el selenio en 1817, probablemente no era consciente de que el elemento es vital para nuestra salud. Después de todo, se topó con el selenio mientras intentaba identificar la causa de una serie de enfermedades en trabajadores de una fábrica de ácido sulfúrico. Tras este descubrimiento inicial, pasarían más de un siglo hasta que Schwartz y Folz descubrieran en 1957 el efecto protector del selenio en el cuerpo. Desde entonces, el selenio se ha unido a elementos más populares como el zinc, el hierro, el yodo y otros en el grupo de minerales traza esenciales.
Not too little, not too much
Al igual que otros oligoelementos, nuestro cuerpo no puede producir selenio. Los pequeños requerimientos diarios de selenio (menos de 100 microgramos/día) solo pueden satisfacerse mediante la ingesta dietética. Entonces, si solo necesitamos cantidades muy pequeñas de selenio, ¿qué tan importante puede ser realmente? El elemento es un componente integral de muchas enzimas que desempeñan papeles críticos en la reproducción, la producción de hormonas tiroideas, la síntesis de ADN, la protección contra el daño oxidativo y el sistema inmunológico. Así que sí, el selenio es realmente muy importante y no podemos prescindir de él.
Como el selenio está involucrado en varios procesos biológicos, una deficiencia crónica puede causar serios problemas de salud y conduce principalmente a la degeneración de varios órganos. Una deficiencia de selenio está asociada con infertilidad masculina y femenina, debilidad muscular, confusión mental y mayor susceptibilidad a infecciones, solo por nombrar algunos. Se estima que entre medio millón y un millón de personas en todo el mundo sufren de deficiencia de selenio [1].
Sin embargo, niveles altos de selenio tampoco son deseables. Una ingesta crónicamente alta de selenio puede ser realmente perjudicial. Los primeros indicios de consumo excesivo son un aliento a ajo y un sabor metálico en la boca. Otros síntomas comunes de una ingesta excesiva de selenio son la pérdida de cabello y uñas, náuseas, diarrea, fatiga e irritabilidad. Por lo tanto, es crucial asegurarse de obtener cantidades adecuadas a diario: ni muy poco ni demasiado.
El problema con nuestro suelo
Las nueces de Brasil, los mariscos y las vísceras son las fuentes alimenticias más ricas en selenio, seguidas por las carnes musculares, los cereales y los productos lácteos. Sin embargo, la cantidad de este micronutriente en esos alimentos puede variar bastante, ya que depende mucho de la concentración de selenio y de la condición general del suelo.
En Europa, la ingesta de selenio generalmente se considera baja y los suelos pobres en selenio se encuentran particularmente en Alemania, Dinamarca, Escocia y Finlandia. Las personas dependientes de alimentos cultivados en suelos deficientes en selenio pueden estar en riesgo de deficiencia. En diferentes países europeos, el consumo estimado de selenio varía de 30 μg a 50 μg por día [3], lo que, en promedio, es solo aproximadamente la mitad de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo tanto, no es suficiente.
Suplementos de selenio: Cuidado con la dosis
La suplementación adicional puede ofrecer una solución simple y puede beneficiar a personas con bajo estado de selenio, si se hace con cuidado y precaución. La ingesta no controlada de pastillas de selenio puede resultar rápidamente en intoxicación, ya que la dosis tóxica comienza en 400 μg por día. Por lo tanto, el rango entre la cantidad diaria requerida de selenio y la dosis tóxica es muy estrecho.
Considerando que la mayoría de los suplementos de selenio contienen en promedio 200 μg, las cosas (como nuestra salud) pueden empeorar rápidamente. Estudios sobre el cáncer de próstata, por ejemplo, han demostrado que suplementar con 200 μg de selenio al día aumentó el riesgo de cáncer de próstata de alto grado en un 62% en hombres con un estado alto de selenio [5]. Por lo tanto, las personas con niveles adecuados de selenio en sangre deberían pensarlo dos veces antes de tomar ese frasco de suplemento.
Natural y seguro: Selenio de semillas de mostaza
Como no solo la calidad sino también la seguridad de nuestro producto es una de nuestras principales preocupaciones, decidimos ofrecer cápsulas de selenio con 100 μg de selenio. En contraste con otros suplementos de selenio, nuestro producto no está sobredosificado y por lo tanto es seguro para tomar de forma regular.
Lo que hace que nuestro producto sea aún más especial es la materia prima que usamos: semillas de mostaza. Las semillas de mostaza son una excelente fuente natural de selenio orgánico, caracterizado por una mayor biodisponibilidad que las formas inorgánicas, lo que significa que puede ser absorbido y utilizado por el cuerpo de manera más eficiente. Además, a diferencia de productos de otros fabricantes, no usamos aditivos innecesarios y potencialmente dañinos como estearato de magnesio o celulosa microcristalina.
Al decidir tomar un suplemento de selenio, recomendamos hacerlo con precaución. Basándonos en los datos científicos y estadísticas más recientes, las personas que viven en áreas con suelos pobres en selenio ciertamente se beneficiarían de suplementarse, incluso si siguen una dieta equilibrada. Por supuesto, para eliminar cualquier incertidumbre, siempre está la opción de que un médico revise los niveles de selenio de cada persona.
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